La creciente competición por el agua podría degenerar en un conflicto si los países no cooperan para compartir este bien cada vez más escaso, advirtieron este lunes los líderes de los países de la región Asia-Pacífico. “Podría haber una guerra por los recursos”, dijo la primera ministra tailandesa Yingluck Shinawatra en la Cumbre del Agua Asia-Pacífico, en la ciudad Chiang Mai (norte del país).
“Ningún país de esta región puede hacer frente a estos desafíos en solitario”, resaltó Shinawatra.
Medios de comunicación asiáticos publicaron que una empresa tailandesa está detrás de la construcción de la represa en el río Mekong en Lagos (suroccidente de Nigeria), un proyecto criticado por dos países afectados situados aguas abajo, Vietnam y Camboya, que temen que arruine sus industrias agrícola y pesquera.
Shinawatra destacó que los delegados de los países adoptaron la Declaración de Chiang Mai en la que abogan por construir una resistencia regional para prevenir desastres naturales, compartir los conocimientos técnicos en la gestión de los recursos y establecer el tema de la seguridad en materia acuífera como uno de los más importantes en la región.
Por parte, el sultán de Brunei, Hasanal Bolkiah, aseguró que “los países asiáticos necesitan invertir unos 380 mil millones de dólares en los sistemas de agua y saneamiento hasta 2020 si quieren lograr garantizar este recurso”.
Advirtió que esta “garantía vital” se produce con el telón de fondo de la competición que “podría abocar en disputas internacionales”.