Nuevos datos obtenidos por Curiosity, y presentados por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, suponen nuevas evidencias de que hubo agua en Marte. Concretamente, la cámara del rover Mastcam ha detectado indicios de minerales que contienen agua en la ‘bahía de Yellowknife’, en donde se encuentra la roca taladrada por Curiosity.
Según ha explicado la agencia espacial estadounidense durante la Conferencia de Ciencias Lunares y Planetarias (Texas), Mastcam puede tomar imágenes infrarrojas, lo que permite a los científicos detectar ciertos minerales.
Pero este hallazgo no solo se debe a la cámara del rover. La NASA ha indicado que estos datos se han corroborado con el Albedo Dinámico de Neutrones que ha detectado hidrógeno, que parece ser parte de las moléculas de agua unidas a los minerales hallados debajo del robot.
Así, los científicos creen que la arcilla que descubrió Curiosity mientras perforaba la roca marciana debe haber sido creada a través de procesos ambientales húmedos.
La pasada semana, en el mismo lugar en el que ahora se han encontrado nuevas evidencias de agua, los análisis de Curiosity a la roca perforada determinaban que Marte pudo haber albergado vida.