Gestionar agua y territorio, primeros encargos para los drones de Rozas

Salen a concurso siete sistemas para servicios con aviones no tripulados por 14 millones de euros.

 

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Los drones gallegos que se fabrican en Rozas ya saben cuáles serán los primeros servicios públicos que deberán cumplir. El conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, los desveló ayer ante unos 300 empresarios e investigadores interesados en llevarse el gato el agua y hacerse con los contratos para desarrollarlos. La gestión del agua y del territorio son los retos más inmediatos que la Xunta quiere realizar con los aviones no tripulados que se fabrican en el polo aeronáutico de Lugo. Después de recabar en los últimos meses ideas al respecto, saca a concurso la ejecución de estos sistemas, que serán embarcados en dichos drones. Para hacerlo realidad, el Gobierno autonómico invertirá 14 millones de euros. Se convierte así en el primer cliente de una serie de productos con los que se quiere impulsar en Galicia este sector naciente. De esa manera, cuando se produzca el «boom» de los drones, una vez que se normalice su utilización, la Comunidad podríaestar en cabeza en un mercado con un gran potencial.

Esta segunda fase se lleva a cabo después de que el pasado año Indra e Inaer se hicieran con el contrato para ejecutar en Rozas sus vehículos no tripulados: un avión, un helicóptero y un vehículo marino. Ambas multinacionales trabajan desde hace algunos meses en el aeródromo lucense, que fue remodelado para convertirse en el Centro de Investigación Aerotransportada. Ahora, y en paralelo, la Xunta abre la puerta a que más empresas se beneficien de este ambicioso proyecto.

Adjudicados este año
Antes de que termine este año, estarán adjudicados estos siete primeros encargos, que pertenecen a tres ámbitos socioeconómicos: los recursos acuáticos, el territorio y el tráfico aéreo. «Para mejorar la gestión eficiente de los recursos marinos, se licitarán dos iniciativas que, mediante el uso de sistemas no tripulados, mejoren la seguridad marítima y laboral de la pesca de bajura y faciliten el control de calidad del agua tanto en el mar como en los ríos», explican desde la Xunta. Relacionadas con la ordenación del territorio, habrá otras cuatro licitaciones. Con ellas se aspira a desplegar las siguientes tareas: optimizar el control de los recursos forestales con la realización de mapas; dar un salto cualitativo para automatizar la obtención de parámetros cartográficos y topográficos; mejorar la planificación del territorio a través de los datos sobre ocupación del suelo, y aprovechar las ventajas del Big Data para contar con un sistema de gestión de toda la información que proporcionen los vehículos no tripulados. Por último, el séptimo contrato dotará a la Xunta «de la tecnología más avanzada para el control del tráfico aéreo».

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